¡Quítame esas etiquetas! No me dañes

Etiquetas

Hemos sido entrevistadas por Àngels García, psicóloga y ejecutive coach, coach de familias y adolescentes y coach de equipos. Creadora además del proyecto Conectafamily. En esta entrevista hablamos sobre las etiquetas que ponemos a nuestros hijos y cómo éstas les limitas y les condicionan en su desarrollo personal y emocional.

Os contamos en esta entrevista algo de lo qué ya hemos hablado anteriormente que son las etiquetas y para qué sirven.

¿Habéis crecido con alguna etiqueta? Pensad en ello…

¿Eras la gorda de la clase? ¿La vaga de tu casa? ¿La lista de los hermanos? ¿El trasto del colegio? ¿La hermana perfecta? ¿La china? ¿La mimada? ¿La tranquila de los mellizos? ¿La negra?

¡ESTO SON LAS ETIQUETAS! Es una declaración sobre un determinado aspecto  que por lo general hacemos sin darnos cuenta. Esta declaración tiene un impacto en los demás, positivo o negativo, pero impacta en los otros, genera algo en los demás. 

Pensad ahora por ejemplo en alguna con la que hayáis crecido vosotros, alguna que os ha acompañado toda la vida… Esto puede condicionarnos en cómo nos enfrentemos a las cosas a lo largo de la vida.

¿A qué nos referimos cuándo hablamos de no poner etiquetas?

Si esta declaración acerca de una persona incluye un juicio mío, estoy generando en él una creencia que puede recibir como una verdad sobre todo si viene de sus padres, de sus profesores o de sus compañeros del colegio. 

Si yo repito ese juicio sobre ti una y otra vez parece como si se convirtiera en una realidad, como una verdad que pasa a formar parte de tu identidad.

¿Y qué ocurre si lo hacemos con nuestros hijos?

Es muy importante que los padres tomemos conciencia sobre esto pues condicionamos a nuestros hijos cuando les colocamos una etiqueta.

Y no solo cuando se lo decimos directamente a ellos, sino también cuando hablamos sobre nuestros hijos a los demás: ”Es que Juan es el vago de casa y María la aplicada.. Es que Pablo es maravilloso no nos da ningún problema y sin embargo Paula no para de meterse en líos….” ELLOS VAN A CRECER CON ESTA ETIQUETA.

Para los hijos los padres somos su referencia, su ejemplo a seguir y todo lo que les digamos lo van a tomar como una verdad, pues están en plena formación de su identidad y si crecen escuchando que son de una manera u otra porque sus padres así se lo hacen ver, ellos se lo van a creer. De esto también nos habla Àngels en su libro «La adolescencia a la familia» del que ya os hablamos en Nuestro Biblioteca. https://www.tufamiliacrece.es/la-adolescencia-llega-a-la-familia-angels-garcia/

Ellos piensan: «Si mi entorno me dice que siempre me olvido de todo, debe ser verdad», y entonces se cierra una puerta de cambio, de mejora.

Esto nos pasa constantemente porque somos humanos pero precisamente tomando conciencia de ese efecto dañino podemos mejorarlo. Cuidado con las etiquetas.

¿Parece que solemos fijarnos más en sus errores que en sus aciertos, verdad?

No solemos fijarnos en lo que hacen bien, es cierto. Si lo pensáis bien, es casi todo. Porque no son perfectos y lo que pasa es que nosotros queremos que lo sean 🙂…

Cuando nos fijamos sólo en sus errores, los mensajes que enviamos a nuestros hijos les van a transmitir la idea de que no sirven para nada, o de que difícilmente lograrán superar cualquier problema que se les presente. Esto les hace sufrir y nosotros, si nos hacemos cargo de ello, podemos evitarlo.

Por ejemplo si mi hijo tiene dificultades en los estudios y trae malas notas y yo estoy con: “Eres un vago, eres un desastre, no sirves para nada…” , en lugar de encontrar un ambiente que le estimule y le aliente diciendo por ejemplo: «no te preocupes, tu sabes hacerlo bien, vuélvelo a intentar«. Las consecuencias pueden ser complicadas… Desde que nos mienta, que se esconda.. En el peor de los casos: una desmotivación absoluta, porque lo más seguro es que piense «No hago nada bien o lo hago todo mal”.

¿Y si la etiqueta es positiva?

Ocurre lo mismo, no por ser positiva la consecuencia es buena. Si yo le digo “Eres el más listo” “Seguro que sacas un 10, porque eres muy listo” “Mi hijo es el más listo”. 

¿Qué puede ocurrir? Que como «es» el más listo, cuando cometa un error, se sentirá frustrado por no haber cumplido las expectativas de sus padres. No se lo contará por miedo a defraudarles. Se auto exigirá mucho constantemente y no se permitirá fallar porque le han dicho que es perfecto. Pero ¿Quién es perfecto? Si este niño crece así, lo acusará de adulto. 

Los padres tenemos que entender que ES NECESARIO EQUIVOCARSE PARA PODER APRENDER.

Por eso debemos estar muy atentos a nuestros juicios.

¿Y qué podemos hacer para ayudar a las familias?

Os damos al menos  4  pasos que están en nuestra mano y  que podemos dar.

  1. Tomar conciencia de cómo hablo en casa. Sobre todo PARAR y pensar que cosas les digo, que mensajes les transmito y si me gustan esos mensajes o no. Una vez que seáis conscientes podréis enfocaros en dejar de hacerlo o potenciarlos.
  2. Tratar de mirar a nuestro hijo con benevolencia, generosidad y compasión. ¿Lo hacéis? Esto no es sencillo, lo sabemos porque también somos madres. Es necesario entender que esta personita está en un proceso de cambio constante. Y que en ese proceso, las equivocaciones forman parte de las oportunidades de ver los propios problemas y mejorarlos. Un mensaje podría ser : “Te has equivocado, pero te comprendo y aquí estoy para ayudarte”, en vez de: “¡Otra vez, ya estoy harto de que no te esfuerces por cambiar! Eres un vago”. Y diréis ¡¡¡qué fácil es decirlo!!!  Por supuesto que no es fácil mantener una actitud serena de comprensión y apoyo cuando una conducta negativa se manifiesta constantemente.
  3. Ser capaces de manejar nuestras creencias o modificarlas si fuera el caso. Por eso debemos estar muy atentos a nuestros juicios, porque en esa etiqueta que ponemos a nuestros hijos hay más de nosotros que de ellos. Los adultos debemos poder inventar nuevas maneras de corregir esto y sino es el caso  buscar ayuda profesional para trabajar esas creencias que están tan arraigadas en nosotros como por ejemplo: Tengo que ser perfecto y mi hijo también. O incluso, “como yo no fui perfecto, quiero que mi hijo lo sea.” Nosotras trabajamos mucho en consulta las creencias que vienen de los abuelos, que pasan a los hijos y llegan a los nietos… Este es un trabajo familiar que todos deberíamos hacer… Es muy interesante investigar más sobre de dónde venimos, de nuestra familia de origen y también muy gratificante poder cambiar lo que no nos gusta y potenciar lo que nos encanta de ese legado. Educarlos en los mensajes que son correctos y que deben dar y Reforzarles mucho cuando los den, es parte de este proceso de aprendizaje.
  4. Confiar de verdad en tu hijo. El necesita que confíes en él para que confíe  en sí mismo. Estar convencidos de que de verdad puede cambiar, pero para ello te necesita a su lado para que le reconozcas sus pequeños esfuerzos, sus logros mínimos que darán paso a logros mayores y ayudarle a crecer con una buena estima de sí mismo, a construir su amor propio con el y si fuera el caso quitarle esa etiqueta que nosotros u otros le han puesto. Esto a veces implica  darles las gracias y también pedirles perdón…

Os dejamos el link de la entrevista en Instagram: https://www.instagram.com/tv/CocdyRpKfsD/?igshid=YmMyMTA2M2Y=

Además puedes encontrarla en nuestro canal de You Tube: https://youtu.be/Oc2AseXk45E

Compartir por:

Compartir en facebook
Compartir en linkedin
Compartir en email
Compartir en whatsapp

Deja un comentario

¿Hablamos?

Rellena el siguiente formulario y en breve nos pondremos en contacto contigo.

Política de Privacidad

Registro – Usuario: Al utilizar la WEB www.tufamiliacrece.com el usuario no siempre debe facilitar un nombre, un correo electrónico sino que puede optar por navegar en la web sin necesidad de registro. Sólo si desea solicitar información a través del formulario de contacto deberá facilitar los datos mínimos requeridos y aceptar la política e privacidad.

Aceptando la política de privacidad da su consentimiento expreso para que le facilitemos la información solicitada así como para la posible recepción de boletines con información sobre ofertas, a cuyos efectos declara que toda la información suministrada a la hora de solicitar la información es verdadera, completa y precisa y que de conformidad con la Ley Orgánica 3/2018 de 5 de diciembre de Protección de Datos Personales y Garantía de los Derechos Digitales y al Reglamento Protección de Datos de Carácter Personal UE 679/2016 de 27 de abril de 2016 debiendo aceptar su tratamiento.