En el artículo de hoy te vamos a dar herramientas para gestionar las emociones que te puedan surgir a raíz de lo que está sucediendo en Ucrania.
No podemos negar lo impactadas que estamos con todo lo que está ocurriendo, no hay día desde que comenzó la guerra allí que no hablemos sobre ello. Lo tenemos constantemente en nuestro pensamiento.
Imagino que te ocurre lo mismo, no pasa desapercibido para nadie, ¿verdad?
No hemos salido de una guerra contra un virus y nos metemos en otra, da miedo pensarlo. Seguimos en medio de una pandemia, algo impensable hace dos años y ahora que parece que estamos empezando a salir, un país vecino es invadido cruelmente y nos vemos involucrados para ayudarles a defenderse.
Esa estabilidad de antes del coronavirus sigue tambaleándose y eso es lo que no logramos restablecer.
De pronto, en medio de nuestro día a día, desde hace dos semanas empezamos a sentir que algo se cuece en Rusia, y ese sentir se convierte en realidad, parece que quieren atacar a Ucrania, no parece, es que ¡atacan de verdad!
Nos llegan noticias alarmantes, imágenes de vehículos blindados acercándose a cámara lenta para sitiar su capital, empiezan a caer las primeras bombas, vemos miles de personas escapando de su país, niños, mujeres, ancianos… Hospitales trasladados a aparcamientos subterráneos, niños nacidos en túneles del metro… Familias cruzando la frontera con Polonia buscando asilo, donde el padre se despide de su mujer e hijos y se da media vuelta para volver a Ucrania y unirse al frente…
Por otro lado vemos la reacción de los diferentes países, las medidas y decisiones que empiezan a tomar, al igual que las grandes empresas y la repercusión que comienza a tener… “Qué miedo”, pienso…
Te cuento lo que me ocurrió antes de ayer, pasé caminando frente a la Embajada de Rusia, empezaban a reunirse un grupo de manifestantes en contra de la guerra, “Stop Putin” decía una pancarta… Vi dolor y rabia en sus ojos… Yo pasé en medio de sus gritos y continué mi camino. Mi estómago se encogió, me sentí impotente, y un poco avergonzada por no unirme a su grito, ¿Qué puedo hacer? Pensé…
Esto no me dejó indiferente, es una realidad, y me entró miedo, ya no solo por las dimensiones que está alcanzando el conflicto, sino por lo que pueda pasar en el resto del mundo, cómo nos vamos a ver involucrados, qué pasa con todas esas familias rotas, qué pasa con todos los que ahora están dejando su país con lo puesto, y con los enfermos de los hospitales, y con las personas mayores que han construido su vida en su país y de pronto ven que van a terminar su camino lejos de él, y esos niños como los míos caminando kilómetros y kilómetros para escapar…¿Y nosotros que vivimos en nuestra burbuja intocable?…
De pronto me di cuenta que todos esos pensamientos me ayudaron a tomar consciencia de lo que está ocurriendo. Es necesario que veamos la realidad de la situación, saber qué pasos se están dando, esto es algo real y ya estamos viendo sus consecuencias.
Rápido reaccioné y me puse a buscar herramientas para no dejarme llevar por el miedo.
Por eso creo que es importante, que las personas que nos dedicamos a cuidar la Salud Emocional aportemos nuestro granito de arena poniendo a vuestro alcance herramientas para estos momentos que tristemente nos está tocando vivir, que nos ayuden a controlar nuestros pensamientos y nuestras emociones y con ellos aportar calma y serenidad a nosotros mismos y a los nuestros.
A partir de aquí. Espectador del mundo que estás viendo una realidad en directo, desde la distancia… Te pregunto:
¿Cómo puedes convivir con esta incertidumbre, con este malestar? ¿Qué puedes hacer?
Lo primero que te vamos a pedir es que MANTENGAS LA CALMA. Afortunadamente podemos ver las cosas con perspectiva. Para ello NO ANTICIPES lo que pueda pasar, porque todavía no está pasando. Eso solo te puede llevar a sentir ansiedad por algo que no sabes si realmente va a ocurrir.
En segundo lugar, algo en lo que no dejamos de insistir, debes VIVIR EL PRESENTE, el aquí y el ahora. Si te pones a pensar en el futuro te pierdes lo que está ocurriendo en este instante. Dice un proverbio que nos gusta mucho: “Lo que no puede ser… no puede ser y además es imposible…«?” . Así que como este conflicto no está en tus manos, controla tu cabeza, porque tu no puedes tomar decisiones en esto.
Por otro lado, es importante también ante momentos de pánico o miedo, parar y poner cordura a lo que piensas, ¿Y cómo hago esto si estoy asustado, dirás? Busca evidencias para comprobar que lo que piensas que puede ocurrir es cierto. Eso te ayudará a ver la realidad como es y no estará envenenada por pensamientos intrusivos que desvirtúan lo que en verdad está pasando ahora, en el presente.
En cuarto lugar, CONFÍA. La verdad es que no debe ser fácil ser presidente del gobierno, líder de Europa, líder de Occidente en este momento… Así que date cuenta que nuestro país está arropado, no está solo, no lo olvidemos. Confiemos en ellos.
Y otra cosa y muy importante también, si sientes que necesitas ayudar: AYUDA!
Existen diversas formas de ayudar a Ucrania. Distintas ONGs y también iniciativas privadas ya se están movilizando para prestar ayuda de diferentes maneras, enviando dinero, medicinas, comida y ropa; acelerando las vías para acoger en familias a niños con sus madres y/o abuelas o a ellos solos, hay muchas formas de ayudar, INFÓRMATE.
Sobre todo no dejes de cuidar tu salud emocional, haz ejercicio, come saludable, y cuida la mente, entrena las emociones que te están costando gestionar (miedo, ira, rabia, tristeza…) y si no logras controlarlo puedes contar con nosotras para ayudarte.
Acuérdate de que no hace falta tener un problema grave para acudir a un profesional de la salud emocional.
Somos entrenadoras de las emociones, aprendiendo a gestionarlas serás simplemente mucho más feliz.
¡¡¡ÁNIMO!!!
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