Tus hijos no necesitan una madre o un padre perfecto, pero sí una madre o un padre feliz y tranquilo. Esta es la clave, si tu estás bien, ellos estarán bien por eso nuestro lema de hoy es «Cuídate para cuidar a los demás».
De esto partimos en nuestro artículo de hoy, algo así como si tú estás bien, los de alrededor estarán bien, o lo que es lo mismo, para poder cuidar a los demás, primero tenemos que cuidarnos nosotros mismos.
Sabemos que no es fácil y siempre nos falta tiempo para empezar a cuidarnos. Pero ya está bien, plántate y empieza a pensar más en ti.
Te proponemos varias cosas para ayudarte a estar bien.
Empieza por cambiar tu estilo de vida. Para un momento y piensa en la vida que llevas, en tu rutina diaria… Lo mismo debes hacer algunos cambios que no te habías planteado como: seguir hábitos saludables lo que implica, comer de forma saludable, hacer deporte, cenar pronto, acostarme temprano, meditar, yoga…
Pequeños cambios que hacen que te sientas mejor contigo, por lo tanto te ayudarán a estar más feliz y esto se reflejará en los que están a tu alrededor.
Otra cosa, no valen las excusas: “es que tengo que…“, “es que los niños…“, “es que el trabajo…”… No te quedes en la queja y ¡¡¡ponte en marcha ya!!!!
Seguimos con otra cosa importante que te ayudará a sentirte bien, reconoce tus logros.
Para y piensa en lo que has hecho hasta ahora, identifícalo y reconócelo.
Porque tú eres la única persona que puede saber realmente las batallas que has tenido que librar, los tropiezos que has sufrido, las veces que te has levantado, los aprendizajes obtenidos y el esfuerzo realizado.
Cada uno vive su experiencia y de ahí la importancia de celebrar tus logros, pues sólo tú puedes entender al 100% lo que necesitaste para lograrlo.
Valóralo por pequeño que sea, ya que cada avance mínimo, es un paso que te acerca más a tu aprendizaje y evolución y además te servirá de motor para seguir y te sentirás bien contigo mismo haciéndolo.
Seguimos, perdona tus errores y aprende de ellos. Reconoce tus errores y perdónatelos. Eres humano, no eres prefecto. Te aseguro que de los errores se aprende.
Pon límites claros a las personas que te rodean. El saber decir NO es esencial para nuestro bienestar.
Para poner límites a los demás antes debemos gestionar los nuestros, debemos preguntarnos:
¿Hasta dónde quiero llegar y hasta donde no? Pregúntatelo, date también un tiempo para pensar en ello.
Aprender a reconocer mis límites y hacerlos respetar te da serenidad y paz interior, te da energía para emprender nuevos proyectos y estar emocionalmente disponible para tu familia.
La rabia es que nadie nos enseña esto, muchas veces tenemos que tocar fondo para darnos cuenta de que quizás hemos dicho sí a cosas que no queríamos hacer y no pusimos límites a tiempo.
Ahora es el momento de reconocerlo y ponerse a ello. El poner límites es un asunto urgente entre adultos. Si tomamos conciencia de esto y educamos a nuestros hijos en ello ya lo tendrán aprendido cuando sean como nosotros.
Esperamos haberte ayudado a reconocer qué cambios puedes hacer en tu vida para sentirte mejor contigo mismo. Recuerda que puedes vivir mejor y más feliz con estos pequeños tips que te damos. Ya sabes, si tú estás bien, los de alrededor estarán bien.
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