¿Cómo está tu energía?

¿Cómo está tu energía??

Hoy quiero hablaros de ENERGÍA, de la energía que generamos las personas y del impacto que tiene en los demás. Si logramos ser conscientes de esto, ya podemos ponerlo en práctica y sentir los resultados en primera persona. Para ello te pregunto: ¿Cómo está tu energía?

Antes de empezar quiero poner un ejemplo personal:

Tenía yo 22 o 23 años, estaba haciendo un máster en esa época, después de acabar la universidad. Iba todos los días a clase, de 8:30 a 6 de la tarde. Un día en una de las clases hicimos un ejercicio para conocer el impacto que provocábamos en los demás. Cuál fue mi sorpresa cuando la mayor parte de las personas coincidieron en que cada día, por la mañana, mi entrada a clase con una sonrisa y un buenos días, les inundaba de optimismo, de calma y les daba buena energía para empezar el día.

«Escucharles y saber que la mayoría percibía lo mismo y sentir que eso era lo que yo generaba en ellos cada día, fue muy impactante para mí, os lo aseguro. En ese momento fui consciente del poder que tenemos y lo feliz que hacía a los demás solo con sonreír y saludar. Si es que cuesta muy poquito y se recibe tanto… Y lo fuerte es que yo no era consciente de lo que generaba en ellos hasta que no me lo dijeron»

Pues desde entonces lo tengo presente y darme cuenta de ello me ha abierto los ojos en muchas ocasiones.

Cuando tomamos consciencia de ello podemos lograr muchas cosas e impactar de forma muy positiva en las personas que nos rodean, ya sea en nuestra familia, en el trabajo, con nuestros amigos…

También os digo que lo mismo ocurre cuando no estamos bien, en esos momentos también generamos algo en los demás.

Hay veces que sentimos que las fuerzas nos abandonan. En esos momentos es como si nuestra “batería” personal se descargara…

Puede deberse a un periodo intenso de trabajo, a una gran adversidad o simplemente al exceso de rutinas cotidianas.

Sin embargo, hay una buena noticia, y es que si nos mantenemos atentos al estado de carga de esa “batería”, podemos evitar llegar a ese punto en el que el agotamiento y la desesperanza se apoderen de nosotros.

Y eso además no solo va a tener un impacto en nosotros, sino también en los demás, en las personas con las que nos relacionamos habitualmente.

La gestión de la energía que alimenta esa «batería emocional» está directamente relacionada con el cuerpo, las emociones, la mente y el espíritu.

Por eso diferenciamos entre: energía cognitiva (pensamientos), energía física y energía emocional (emociones). 

La energía cognitiva tiene que ver con los pensamientos, con la carga de pensamientos que ocupan nuestra cabeza, pensamientos positivos, negativos, invasivos, intrusivos… Por ejemplo: estoy sentada delante de mi ordenador escribiendo y me salen ideas por todas partes, ahí mi nivel de energía cognitiva está alto. Igual que si me desvelo por las noches y me vienen a la cabeza multitud de pensamientos que no me dejan dormir, ahí también está alta. Pero sin embargo, cuando estoy sentada relajada en el sofá viendo una peli, centrada en ella, mi nivel de energía cognitiva estaría bajo.

La energía física, tiene que ver con la capacidad que tenemos para movernos, para realizar una acción… Tiene que ver con cómo la sentimos en nuestro cuerpo, si estamos cansados, débiles, fuertes… Por ejemplo al final del día, después de un día agotador de trabajo, después de haber tenido que resolver también temas personales, después de haber hecho una hora de deporte intenso, puedo sentir que no tengo fuerza física, me siento cansada físicamente. Aquí mi nivel de energía física está bajo. O por el contrario, lo mismo he hecho deporte durante dos horas y salgo con fuerza para subir una montaña, en este caso estaría alto el nivel de energía física.

Y por último, la energía emocional, que es la que tiene que ver como su propio nombre indica, con las emociones, con lo que conocemos como el estado de ánimo. Los estados de ánimo siempre nos mueven. Pueden motivarnos, lanzarnos a actuar, y también pueden inducirnos a lo contrario, a cerrarnos, o a cegarnos. Si mi estado de ánimo está alto, estoy eufórico, positivo, con ganas de comerme el mundo, mi nivel de energía emocional está alto, pero si estoy bajo de ánimo por la circunstancia que sea, mi nivel de energía emocional estará bajo.

Cuando consigamos identificar nuestros niveles de energía teniendo en cuenta los tres tipos que hemos hablado (cognitivo, físico y emocional) y conseguimos nivelarlos, esto tendrá un gran efecto positivo en mi principalmente y por supuesto en las personas que nos rodean, ya sea en el trabajo, en la familia, en los amigos…

Con esta información podremos ver qué está fallando, qué tenemos que mejorar para regularlos y si lo conseguimos nuestro impacto en los demás se verá reflejado.

Y esto lo puedo aplicar a todos los ámbitos de mi vida, si soy jefe a mis empleados, si soy padre a mis hijos, a mis compañeros de trabajo, a mis amigos, a mi pareja…

Y para ello empezaremos mirándonos con cariño, con cuidado, siendo amable conmigo mismo, siempre hay que empezar con uno mismo. Si lo experimento conmigo, me será más fácil ponerlo en práctica con los demás.

Para poder poner en práctica lo que te acabo de mostrar, debes parar y tomarte tiempo para pensar en ello y ser consciente de las acciones que puedes y debes llevar a cabo para conseguir tu objetivo, ya sea con ayuda de profesionales o por ti mismo.

Y como se que te cuesta parar, vamos a aprovechar que estás leyendo este artículo para ayudarte a pensar en todo esto, tómate solo unos minutos más.

Con ayuda de una preguntas vas a identificar estas tres energías en ti en este momento, debes valorar de 1 a 10 la carga de tu “batería” encada una de ellas, siendo 1 muy poco cargada y 10 carga a tope.

Vamos a ver cómo está tu energía cognitiva, ¿Qué cantidad de pensamientos ocupan tu cabeza ahora? Valóralo de 1 a 10, tómate unos segundos para pensar en ello.

Y tu energía física, ¿Cómo está tu cuerpo? ¿Estás cansado, te sientes fuerte? Cómo está la batería de tu energía física de 1 a 10.

Y ahora la energía emocional, ¿Cómo está tu estado de ánimo ahora? De 1 a 10.

En función de tus respuestas puedes ver en qué quieres mejorar para aumentar la batería de tu energía y decidir qué acciones puedes llevar a cabo para que esto ocurra.

Qué quieres dejar como está y qué quieres dejar de hacer para que tus energías estén equilibradas. Está en tu mano ponerte a ello y sentir los resultados en ti y en los demás.

Ya sabes que puedes seguir leyendo nuestros artículos en https://www.tufamiliacrece.es/articulos/ y en https://www.tusaludemocional.es

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